El texto “¿Arte joven?” del crítico de arte Eduardo Serrano Rueda presenta la exposición Nombres nuevos en el arte de Colombia que realizó el Museo de Arte Moderno de Bogotá, en marzo de 1972. Serrano hace un análisis del sentido y uso de los términos “artista joven” y “arte joven” en el ámbito de las artes plásticas, a principios de los setenta. Ubica el arte dentro de una estructura sociológica donde las “instituciones sociales” (museos, salones, bienales, críticos y galerías) son responsables de arrojar “luz sobre la concepción de arte de la sociedad a la que pertenecen”. Serrano afirma que “artista joven” hace referencia a la edad del artista; en cambio, la expresión “arte joven” es ambigua porque implica ya sea novedad y dinamismo o bien “falta de profundidad o de taller”. Finalmente, el crítico aclara que el “arte joven” no es el que producen “artistas jóvenes”. El texto concluye con una serie de preguntas sobre si el cambio en la concepción de arte está en manos de las “nuevas generaciones” o del “nuevo público”.

El crítico de arte Eduardo Serrano Rueda (nac. 1939) recopiló este texto, tres años más tarde, en el libro Un Lustro Visual: Ensayos sobre arte contemporáneo colombiano (Bogotá: Museo de Arte Moderno de Bogotá, 1976). La directora del MAM, Gloria Zea de Uribe, solicitó a Serrano su colaboración para seleccionar a los doce artistas que conformarían la muestra Nombres nuevos en el arte de Colombia. Este catálogo registra la primera exposición del Museo dedicada a los artistas jóvenes menores de 30 años. Algunos de ellos tendrían una presencia significativa en las décadas siguientes, como es el caso de Antonio Caro, Óscar Muñoz, Miguel Ángel Rojas y Juan Camilo Uribe. Esta exposición constaba de grabados de María de la Paz Jaramillo (nac. 1948), dibujos de Miguel Ángel Rojas (nac. 1946), Edgar Álvarez (nac. 1949), Ever Astudillo (nac. 1948), Óscar Muñoz (nac. 1951) y Hans Wienand Payán (nac. 1947), esculturas de Miguel Antonio Castillo (nac. 1945) y Héctor Fabio Oviedo (nac. 1944), collage de Juan Camilo Uribe (1945-2005), múltiples de Jorge Posada Morris (nac. 1950), pinturas de Carlos Padilla y, por último, la ambientación (actualmente se conoce como instalación) El imperialismo es un tigre de papel de Antonio Caro (nac. 1950).Cuando se realizó la exposición, Serrano se desempeñaba como director de la Galería Belarca y durante su gestión (iniciada en 1969) se interesó fundamentalmente por los artistas jóvenes y las producciones colombianas más innovadoras ligadas al dibujo, el grabado, los ensamblajes y la fotografía. La Galería Belarca promocionó a jóvenes que durante los años setenta lograrían consolidar un nombre. Ese es el caso de los artistas Alfredo Guerrero, Ever Astudillo, Óscar Jaramillo, Javier Restrepo y María de la Paz Jaramillo, entre muchos otros. Para Serrano, el medio artístico de los setentas fue muy variado por las diversas propuestas “hiper-realistas” y conceptuales, según lo afirmó en un artículo de la Re-vista del Arte y la Arquitectura en América Latina (véase, “Los años setentas: y el arte en Colombia”, doc. no. 860458). Precisamente estas tendencias se manifestaron en Nombres nuevos en el arte de Colombia y fueron difundidas en la prensa como las nuevas corrientes de las artes plásticas.