El arte del ukiyo-e, por sus referencias al paisaje, las costumbres y los tipos humanos locales, mostró a muchos artistas y teóricos europeos una manera fructífera de abordar temáticas locales, siempre y cuando se hiciera con originalidad y códigos comprensibles "universalmente" (o sea, de modo occidental). El erotismo, desde luego, fungió como otra referencia importante. En México, José Juan Tablada (1871-1945) fue el crítico que mejor entendió la lección que al respecto dieron múltiples estudiosos europeos, a los cuales coleccionó en su famosa biblioteca. Este ensayo que deja ver a un autor entusiasta y con afanes eruditos; revela también al crítico que unos años después encontraría en las decoraciones murales de Jorge Enciso a un artista con inspiración japonesa, y en las caricaturas mórbidas de José Clemente Orozco (1883-1949) a una suerte de Utamaro y de Toulouse-Lautrec mexicano. Junto con el animalismo, el monstruosismo y otros tópicos modernos (baudelerianos, casi todos), el japonismo es uno de los factores determinantes en la obra del autor modernista, el cual buscará en fuentes locales la posibilidad de universalidad del arte mexicano. En este punto, su literatura tiene un claro correlato con el José Vasconcelos (1882-1959) de la Estética (donde se pensaba en el paisaje y la mujer americana como fuentes de originalidad) y de La raza cósmica (1925) así como con otros autores latinoamericanos de estirpe modernista y arielista, quienes apostaron en el fenómeno cultural del americanismo como signo de identidad y proyección.Ver texto complementario sobre el Extremo Oriente (doc. 778175).