Es posible que Nicanor Parra (1914–2018) sea quien inaugura una “vertiente objetual” en la poesía chilena a partir de los llamados “trabajos prácticos”. De hecho, las relaciones que ha establecido la poesía experimental chilena han sido casi siempre con las artes visuales; específicamente, en el ámbito del collage, la utilización de citas y la acción poética.
En opinión de Justo Pastor Mellado (n. 1949), la tradición objetual se ha asentado en la disciplina de las artes visuales y no en la literaria. Justamente por ello, la obra de Parra resulta doblemente valiosa al inaugurar un “nicho ausente” hasta entonces en los procesos poéticos desarrollados en Chile.
Lo anterior permite reconstruir una genealogía tanto de la poesía como de las artes visuales en el país, sobre todo, respecto a las prácticas objetuales cuya arqueología nos remite al representante del grupo de La Mandrágora, Jorge Cáceres. En efecto, en una exposición de 1943 en Santiago, titulada Soirée Surrealista, expone ya algunos objetos. Continuando su búsqueda Pastor Mellado, otro momento en que se manifiesta es a mediados de los sesenta en la obra visual de Juan Luis Martínez y, paralelamente, en Cecilia Vicuña. Por lo tanto, la práctica objetual producida en el ámbito literario chileno es distinta a la de mediados de los setenta; en especial, en las artes visuales producidas por Juan Pablo Langlois y Gonzalo Díaz.
[Para otros textos de Parra, véanse en el archivo digital ICAA los siguientes: “Artefactos” (doc. no. 753705); “Chistes parra (para) desorientar a la policía (poesía)” (doc. no. 753714); y “El quebrantahuesos” (doc. no. 752517)].
[Para más información sobre la antipoesía, consúltese “Nicanor Parra: La escritura antipoética” (doc. no. 753723); “Poemas concretos” (doc. no. 753749); “El proyecto del texto absoluto en la antipoesía” (doc. no. 753760) de Iván Carrasco M.; y de Federico Schopf “Del vanguardismo a la antipoesía” (doc. no. 753734)].