El artículo de Carlos Mérida (1891-1984) sobre la obra de Rufino Tamayo (1899-1991) fue publicado en el diario El Universal de México, en julio de 1948 coincidiendo con del homenaje al pintor oaxaqueño que el Instituto Nacional de Bellas Artes le rinde por sus 20 años de trabajo artístico. Se trata de una muestra retrospectiva de 82 obras expuestas en el Palacio de Bellas Artes en junio de ese mismo año. En la época, aparecieron algunos artículos como los de Antonio Rodríguez, donde se criticaba severamente la obra de Tamayo, a la cual consideraban “extranjerizante”, “purista”, “sin contenido social” y “burguesa”. El ensayo de Mérida podría considerarse como una respuesta a las observaciones de Rodríguez, principalmente las vertidas en su artículo “¿México tendría hoy una escuela de pintura propia, de haber seguido a Rufino Tamayo?”. (Véase doc. no. 758248). Carlos Mérida, a través de sus escritos, nos muestra un horizonte de más de seis décadas del quehacer artístico en México. Su visión, sumamente crítica y seductora, refleja el pensamiento de un personaje que no sólo comparte, en el espacio-tiempo, los diversos desarrollos del ejercicio artístico, sino que sus ideas aportan nuevas lecturas y puntos analíticos distintos a los que marcaron su época. El pintor escribió, además del desarrollo plástico de México, sobre temas como la caricatura, la fotografía, la danza, el cine, el diseño y el arte popular tanto de México como en su Guatemala natal. Inclusive, realizó profundas reflexiones sobre la composición, el sentido y la función del arte.