Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
Luis Fernando Benedit (1937-2011) fue un asiduo participante de las actividades del CAYC a partir de la creación del Centro y del Grupo de los Trece (GT-181; doc. no. 1476353, GT-255; doc. no. 1476447, GT-694; doc. no. 1477338, GT-745; doc. no. 1477395). Desde 1968, el arquitecto y artista argentino produjo situaciones y hábitats artificiales en los que el espectador podía observar el comportamiento de plantas, insectos y pequeños animales que eran confrontados con diversos obstáculos. Esa relación entre estímulos y conductas será el eje de las obras de Benedit durante esos años, para los cuales toma elementos de distintas disciplinas en auge en esa época: la teoría de la comunicación, el estructuralismo y la cibernética. Sus hábitats y laberintos artísticos funcionan, así, como “modelos reducidos”, característica que el antropólogo Claude Levi- Strauss aplica al arte: el ser un modelo reducido del mundo. Según constata Mari Carmen Ramírez, Benedit fue el único representante del CAYC que llevó a cabalidad los principios del “arte de sistemas”. [Cf. Benedit. Obras 1968-1978 (Buenos Aires: Fundación Espigas, 2020)].
Diseñó laberintos, recipientes y circuitos para animales, vegetales y líquidos para reflexionar sobre la relación naturaleza/cultura, orgánico/artificial, estímulo/reacción, arte/ciencia, individuo/sociedad, libertad/autoridad. Hacia mediados de los años setenta, Benedit inició una investigación sobre la construcción de la nacionalidad argentina, tematizando el campo como elemento constitutivo. La obra reproducida en esta gacetilla, Juego del pato, responde a esa temática al explicar, a modo de diagrama didáctico, las reglas y objetos utilizados en ese ejercicio ecuestre originario de zonas rurales de Argentina. En 1953 fue declarado como el Deporte Nacional por decreto presidencial de Juan Domingo Perón.
Obras de Benedit, junto a otras de los demás integrantes del Grupo de los Trece, formaron parte de la instalación Signos en ecosistemas artificiales en la XIV Bienal de São Paulo (octubre de 1977), la cual obtuvo el Grande Prêmio Itamaraty. La obra aquí reproducida forma parte del catálogo que el CAYC editó sobre tan prestigiosa participación.