Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
La muestra Gráficos argentinos ’74 [consultar GT-357 (doc. no. 1476511)] —realizada a inicios de ese año en las salas de exhibición de la Illinois Bell Telephone Company en Chicago— fue una de las numerosas iniciativas con las que el CAYC procuró proyectar el arte argentino en la escena internacional. En este caso, vinculado a artistas que trabajan distintas técnicas de grabado en una ciudad con una larga tradición en dicha disciplina. Entre los participantes hay algunos de los asiduos colaboradores del Centro como Jacques Bedel y Luis [Fernando] Benedit —ambos miembros del Grupo de los Trece—, además de Nicolás García Uriburu. Sin embargo, otros nombres aparecen por primera vez: Pablo Obelar, Sergio Camporeale, Delia Cugat y Daniel Zelaya, integrantes del grupo Grabas (Grabadores de Buenos Aires).
Nuevas inclusiones dan cuenta de la apertura del CAYC hacia tendencias figurativas (realismo, neosurrealismo, fotorrealismo, entre otras), las cuales irrumpieron por esos años en los grandes certámenes internacionales como la V Documenta Kassel (1972) y la Biennale de Paris (1971). Éstas pronto tuvieron su correlato en el medio argentino tanto en Panorama de la pintura argentina joven (1971), realizado en el Museo de Arte Moderno por la Fundación Lorenzutti, como en los premios “Marcelo De Ridder” (1973-77) y “Benson & Hedges” (1977-84), organizados en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Para los catálogos de muchas de sus exposiciones, el Centro enviaba una hoja con una cuadrícula predeterminada para que artista la interviniera enviando su participación. El método permitía reproducir la propuesta de cada uno en variados soportes y formatos, ya sean las gacetillas o bien publicaciones externas al CAYC, como la revista Héxagono 71 editada por Edgardo Antonio Vigo. Esto posibilitó una circulación ampliada de las imágenes con mayor alcance en la difusión de las iniciativas del CAYC en otras latitudes.
Con bagaje profesional de arquitecto —ligado al despacho de Alberto Prebisch, precursor del modernismo en la Argentina—, Luis F. Benedit (1937-2011)- participó de las exposiciones del CAYC desde sus inicios, siendo integrante del Grupo de los Trece (1971). En 1972 es uno de los pioneros del arte de sistemas al presentar en el MoMA neoyorquino el Fitotrón, un ambiente vegetal a modo de invernadero hidropónico. Se le consideró entre las prácticas del bioarte, además de insertarse en la historia del conceptualismo. A partir de 1968, Benedit creó hábitats artificiales, en los cuales los espectadores podían observar el comportamiento de plantas, insectos y pequeños animales. Para realizar tales obras, adoptó y adaptó metodologías de distintas disciplinas entonces en auge: teoría de la comunicación, estructuralismo y cibernética, esta última abocada al estudio del control de los sistemas de comunicación tanto de máquinas como de seres vivos [consultar GT-181 (doc. no. 1476353)]. El grabado aquí reproducido se vincula con dichas investigaciones.