En este artículo se presenta la obra pictórica de Mercedes Pardo (1921-2005) en el MAM (Museo de Arte Moderno) de la Ciudad de México bajo el título de: Exposición de la afamada pintora venezolana Mercedes Pardo: 50 óleos, acrílicos, collages y otras técnicas, Se llevó a cabo en octubre de 1978. Muchas de las obras expuestas se mostraron con anterioridad en la GAN (Galería de Arte Nacional) caraqueña como Del taller de Mercedes Pardo hoy (julio-agosto de 1978) así como la selección del MAM en el evento mexicano se desplegó luego como Color: Piel, Presencia Meditada: Mercedes Pardo, en la GAN de la capital venezolana también. Ilustraba cincuenta obras desde inicios de los años cincuenta hasta su más reciente producción: toda ella de obra abstracta, una vez que que había abandonado la figuración en 1950.
En este breve artículo, el autor da a conocer algunos temas recurrentes en lo escrito sobre Pardo. Las consideraciones de la artista sobre las bienales internacionales como espadas de doble filo que pueden colocarse en un contexto más amplio sobre la reificacieon del arte, así como sus preocupaciones respecto al paso vertiginoso que implanta el mercado artístico y su influjo sobre artistas, en especial jóvenes, a procura de visibilidad. Una cita de Pardo en el artículo enfatiza el nexo erreóneo del nuevo arte contemporáneo de su país solo con el cinetismo. Hacia 1978, dicha lectura venezolana del arte cinético se hallaba en auge debido a comisiones para arte público y, a menudo, la obra de Pardo se confundía por ser parte de dicha narrativa. Pese a que su idea del color como instrumento creativo para jugar con el espacio pictórico involucra un rasgo en común que comparte con las tendencias cinéticas, existe una diferencia medular con el Arte Cinético en su preferencia por el apoyo bidimensional plano, así como por la concentración de su enfoque en la inestabilidad del plano pictórico. Por otra parte, las obras cinéticas constantemente reposan sobre apoyos tridimensionales al mismo tiempo que dependen de los desplazamientos del observador frente a la obra. En este texto, Pardo menciona a algunos jóvenes de obra figurativa y expresionista en su país, así como también a aquellos que se embarcan en la geometría desde un atisbo conceptual. Tal preocupación con la juventud artística es un tema constante en lo escrito sobre ella y parte de sus experiencias pedagógicas en diversas instituciones: Banco del Libro, Fundación Mendoza y los talleres del Museo de Bellas Artes en Caracas.
Respecto a otras reseñas de esta muestra, consúltese en el Archivo Digital ICAA: Bélgica Rodríguez, “Abstracción, Espacio y tiempo” (doc. no. 1331443); Fernando Gamboa, “Mercedes Pardo: Es poco cuanto se diga de su obra” (doc. no. 1331475); y Juan Acha, “Mercedes Pardo en México”, (doc. no. 1331459).