El IGE (Instituto General Electric) —institución privada, aunque dependiente de la empresa estadounidense General Electric asentada en Uruguay en 1937— había sido fundado en 1963 con el objetivo de operar como “promotor de cultura contemporánea”, así como concentrar sus actividades principales en la promoción del arte contemporáneo. De acuerdo con los modelos de otras fundaciones culturales anglosajonas —por ejemplo, M. Knoedler & Co—, tanto el IGE (Uruguay) como el Instituto di Tella (Argentina) se crearon con recursos privados. De ese modo, fueron generando una actividad (mediadora entre arte y empresa), la cual estaba dirigida a un determinado sector social de clases medias que alimentaba los nuevos circuitos de difusión artística. Principalmente, el IGE se centró en un programa cuya ideología vanguardista se expresaba a través de exposiciones, salones de pintura, espectáculos y conciertos. El director, Ángel Kalenberg (n. 1936) logró proyectar, en los Salones de Pintura Moderna del IGE, la cristalización y difusión de un nuevo tipo de arte latente tanto en Estados Unidos como en Europa. Mediante concursos y eventos, Kalemberg fomentó la producción de manifestaciones artísticas que se apartaban de los convencionalismos predominantes entre los artistas uruguayos de la época. El Jurado del II Salón de Pintura del IGE estuvo integrado por el argentino Samuel Paz (1926–2007), el norteamericano Stanton Catlin (1915–1997) y el arquitecto uruguayo Alberto Muñoz del Campo (1889–1975). Los artistas premiados fueron Guiscardo Améndola (1906–1972), Nelson Ramos (1932–2006) y Hermenegildo Sábat (n. 1933). [Véase en el archivo digital ICAA: “Lo que significa en Nuestro Medio el Salón de Pintura General Electric” (sin firma) (doc. no. 1244873); “Vitrina insólita para una insólita jornada” de Punto (doc. no. 1244817); y “IGE: Ideas en Marcha” de Pablo Mañe Garzón (doc. no. 1244837)].