El manifiesto fundacional de la revista Los Huevos del Plata (1965) es, al mismo tiempo, una proclama de vanguardia contra el peso cultural de la llamada Generación del ‘45 en Uruguay (una promoción de escritores que ejerce su mayor influencia entre las décadas de los cuarenta y los setenta). El manifiesto político ubica al arte en relación tanto con los conflictos sociales como con los movimientos de liberación propios de los años sesenta. Deja constancia de que Los Huevos del Plata era una publicación autodenominada “de vanguardia”, por intentar concebir al arte y la literatura dentro de nuevos parámetros comunicacionales. Estos, obviamente, estaban dirigidos a una ruptura radical contra el orden tradicional, al mismo tiempo que extendía su solidaridad con todos los movimientos antiimperialistas en el continente latinoamericano.

Aunque el texto aparezca anónimo, el autor es el poeta experimental, diseñador gráfico y performer Clemente Padín (n. 1939), en torno al cual se aglutina el grupo de artistas uruguayos conocido como Los hachepientos, los cuales lanzan un manifiesto que lleva el nombre de su propio órgano de difusión. En 1965, Padín comenzó a editar junto a un grupo de colaboradores —Héctor Paz, Juan José Linares y Julio Moses— la revista Los Huevos del Plata para contrarrestar el “monopolio editorial” liderado por la llamada Generación del ‘45 (Mario Benedetti, Idea Vilariño, Ángel Rama, entre otros). Se publicaron 16 números a lo largo de tres años; su objetivo era rechazar las actitudes que predominaban en la literatura y la sociedad cultural del momento, indagando así nuevas tendencias poéticas experimentales: espacialismo, concretismo, poesía visual, recurriendo incluso a poetas surrealistas. En 1969, una vez cerrada esa revista, Padín continuó con otra denominada OVUM 10 definiendo en ella una estética poético-visual semejante a los caligramas de poetas tales como el francés Guillaume Apollinaire (1880–1918), el mexicano Juan José Tablada, el español Guillermo de Torre (1900–71), el catalán Joan Salvat-Papasseit (1894–1924), el hispano-cubano Francis Picabia (1897–1953), el portugués Mario de Sá-Carneiro (1890–1916). El lema de OVUM era: “Todo el que grite distinto, será uno de los nuestros, porque aquí lo que falla son las estructuras, los esquemas de expresión, la basura (…)”. [Véase en el archivo digital ICAA: [Manifiesto Grupo Brasileño Maldoror] (doc. no. 1243177); y “Hachepiencia” de Clemente Padín y Francisco Gómez Agudelo (doc. no. 1243133)].