Daniel Heide (n. 1940), arquitecto y periodista de arte, analiza un fenómeno artístico emergente en la plástica uruguaya durante los años sesenta al que la crítica María Luisa Torrens (1929–2013) bautizó, años después, como “El Dibujazo”, por tratarse de la fuerte presencia de dibujantes jóvenes en la plástica nacional [véase al respecto en el archivo digital ICAA de Gabriel Peluffo Linari “Perfiles del dibujazo” (doc. no. 1235833)]. Heide señala algunos de los perfiles de esa nueva generación de artistas, en general de espaldas a la abstracción y sin formación curricular alguna. Son cultores de prácticas autodidácticas convergentes en una “nueva figuración” de carácter expresionista, centrados en la figura humana (incluyendo configuraciones antropomórficas y zoomórficas). Por valerse tanto de una poética de tono lírico como de carga agresiva portadora de protesta social, se acerca a otras formulaciones del “realismo mágico” latinoamericano aunque, no obstante, sin caer en su retórica de exotismos, sino sosteniendo una nueva visión política de la subjetividad. Trátase de creaciones de fuerte contenido irónico, nutridas de utopía en medio de un contexto sociopolítico de creciente conflictividad. Todo ello configura, para Heide, una adecuación artística a un contexto a la vez mundial, continental y local, propio de los años sesenta. El autor los observa como consumidores de imágenes de revistas, alejados en su mayoría de escuelas artísticas tradicionales; salvo excepciones, optan por herramientas baratas salidas del lenguaje gráfico. Se expresan a través de imágenes de “seres desarticulados”, generando un mundo fantástico de vísceras expuestas, horror y humor negro explícitos. El autor subraya el interés de esta nueva figuración, con sus componentes tanto expresionistas como del op art y del pop, siendo resultado de un proceso colectivo y a la vez generacional.