En su ensayo, Marta Traba examina el panorama de la escultura contemporánea. Para ello, recurre a los textos de Werner Hoffmann, Gillo Dorfles y Jean Clarence Lambert, quienes desglosan los diversos movimientos, tendencias y artistas del género. Una vez establecidos estos tres “marcos referenciales” de la crítica de arte, la autora contextualiza la obra del escultor venezolano de origen holandés Cornelis Zitman dentro de tan vasto panorama, otorgándole una gran importancia a este artista dentro de la representación figurativa y simbólica ejercida en el arte contemporáneo venezolano, por el hecho de estar desvinculado de las tendencias dominantes en las vanguardias locales. Traba describe los rasgos físicos predominantes en sus figuras femeninas (rostro chato aborigen, vientre prominente, delgadez y malicia expresiva), así como su simbolismo, representado por una ambigua sensualidad. Además, analiza la relación que tiene su escultura con lo mítico, llegando a considerar que su obra, a pesar de ser moderna, se ubica dentro de la escultura tradicional.

Este ensayo de la escritora y crítica argentina radicada en Colombia, Marta Traba (1923–83), corresponde al catálogo de la primera muestra retrospectiva del escultor Cornelis Zitman (n. 1926), presentada en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas en 1976. Es la primera vez que Zitman exhibe su producción escultórica en Venezuela, ya que las dos muestras individuales anteriores —en la Galería de Arte Contemporáneo (1958) y en el MBA/Sala Mendoza (1968), ambas en Caracas— se restringen a sus dibujos y pinturas.

El texto de Traba es muy valioso a nivel crítico por reflejar la opinión de un sector acerca del escaso apoyo que se brinda en el país al arte figurativo, rechazándose, así, los criterios por los que se rige el arte contemporáneo en Venezuela, donde “pequeñas élites culturales” otorgan al cinetismo el rango de “arte oficial” nacional. Considera que la escultura de Zitman no goza de mayor aprecio porque simplemente no está “a la moda”. Doce años después, este ensayo sería criticado abiertamente por Boeli van Leeuwen en su texto correspondiente a la exposición de las obras del escultor venezolano de origen holandés expuestas en la XIX Bienal de São Paulo (Boeli van Leeuwen, “El mágico mundo de Zitman...”), publicado en La representación de Venezuela para la 19ª Bienal de São Paulo (1987), (Caracas: CONAC, MBA, 1988). En su texto, van Leeuwen califica al texto de Traba como un “ensayo triste”, en especial por la banal percepción que la autora tiene de la sensualidad de las esculturas de Zitman. A pesar de la polémica que lo rodea, puede considerarse a este texto como el más importante escrito en castellano sobre la obra de Zitman, tanto a nivel de contenidos como por su extensión, ya que precede en un año al texto de la galerista Dina Vierny (en el catálogo Cornelis Zitman (París: Galerie Dina Vierny, 1977) correspondiente a la exitosa muestra presentada en la capital francesa y publicado (sin traducción) en esa lengua.

Al respecto de la escultura figurativa del artista, véase el estudio que elabora el escritor antillano Boeli van Leeuwen en “El mágico mundo de Zitman: una mujer como un continente” [doc. no. 1167797].