El artículo crítico de Enrique Viloria destaca que el pintor venezolano Henry Bermúdez (n. 1951) ha tomado como vertebral de su obra a la mujer; con ella ha creado personajes híbridos partiendo de la figura femenina, tomando esencias de la feminidad, mezclándolas, reconstruyéndolas, y transformándolas con gran imaginación creativa. Se observa, aquí, cómo el autor describe la obra de Bermúdez resaltándola sólo parcialmente con las características femeninas como principal eje motor de la propuesta pictórica, de forma tal que los rasgos destacados dan más la visión del autor que del propio artista. Enfatiza la descripción iconográfica de su obra, manteniendo a la distancia los otros elementos artísticos de Bermúdez que también poseen relevancia.
Hay la enumeración de los “símbolos” más reiterados en la obra del artista: los senos, que según el autor, mantienen fuerte carga de erotismo y pasión; y las caderas (parte importante de la feminidad). Son símbolos a los cuales Bermúdez agrega cabezas de pájaros y que, de un modo u otro, remiten a hermosas figuras femeninas. A su vez, está presente en sus pinturas lo masculino que acompaña a mujeres híbridas, a animales y cazadores que van creando un contexto selvático donde “la mujer híbrida” de Bermúdez funge de principal protagonista.
Trátase de una crítica impresionista y responde más a la idea subjetiva que Viloria se hace de la valoración de una pintura —desde el análisis de las formas según su mayor o menor fidelidad a la realidad— y en la cual no se llega al análisis plástico ni tampoco al planteamiento artístico de una propuesta de índole surrealista.
Para más información sobre el artista, puede consultar de Víctor Guédez “La imaginería mitológica de Henry Bermúdez” [doc. no. 1171972] y de Alexander Mosquera “Venecia abrió sus puertas al arte de Henry Bermúdez” [doc. no. 1163222].