Esta semblanza escrita por Felipe Márquez (n. 1954) es la más completa visión que se haya publicado, hasta entonces, sobre la vida y obra de Alberto Brandt (1924–70). En parte memoria (ya que Márquez era pariente de Brandt), en parte informe documental, su interés se centra ante todo en “revelar las evidencias de un proceso creador”; lo que cumple cabalmente, ajustándose inteligentemente a los objetivos de su enfoque. Aun cuando no emite juicios críticos específicos sobre la obra plástica de Brandt, se acerca a un artista cuya vida, obra y fábula se confunden de tal manera que dificultan cualquier tipo valorización. Lo hace desde una visión familiar cercana, pero también dispuesta y curiosa. Esta semblanza escrita por Márquez para la exposición Alberto Brandt. Cazador de avestruces (Caracas: Museo de Bellas Artes, 1991) de la cual también fue curador, aporta datos fundamentales para el estudio y análisis de la obra de Brandt y representa una guía importante para interpretaciones futuras de su obra.
Perán Erminy define la obra del artista plástico expuesta en su primera individual Alberto Brandt. Exposición de pinturas (Caracas: Centro Profesional del Este, 1957), en el prólogo del catálogo publicado para esta muestra [véase el archivo digital ICAA (doc. no. 1160218)].