El crítico Perán Erminy plantea en su texto un análisis plástico y simbólico de la pintura paisajista de cuño popular de Josefa Sulbarán, con motivo de sus veinte años de trayectoria artística en Venezuela. Erminy divide su ensayo en siete partes, cada una de las cuales apunta un rasgo distintitivo de la obra de la pintora, ya sea desde el uso de una visión crepuscular en que la luz aparece difuminada o bien en la construcción del espacio paisajístico con diversos puntos de vistas y combinación de perspectivas; penetra, incluso, en elementos propiamente simbólicos como lo religioso, lo moral y lo afectivo, traidos a la luz constantemente en su preferencia por temas donde el paisaje es un escenario o simple excusa para la evocación del pasado. 

Junto a la de críticos venezolanos de la talla de Juan Calzadilla, Francisco Da Antonio y Carlos Contramaestre, la visión de Perán Erminy es una de las más consecuentes y agudas en el estudio del arte popular, en sus representantes y en sus características. En este particular texto de catálogo —a propósito de una retrospectiva de la obra pictórica de Josefa Sulbarán (n. 1923) (Museo de Petare, 1987)— Erminy (1929–2018) se aparta de enfoques tradicionales —más enfocados en los temas de las obras o en las vidas de los artistas— para abordar (desde un punto de vista estrictamente de sus valores plásticos) la producción de esta paisajista de Trujillo (Venezuela). Son características formales que distinguirían su obra y, entre ellas, detecta: el escaso cromatismo; el detallismo topográfico; el espacio imaginario construido con una lógica intuitiva; en fin, la visión a vuelo de pájaro. Por otra parte, en lo simbólico, la artista revelaría cierto sincretismo entre el sentimiento y creencia católicos, amén de una sensibilidad panteísta deudora de mitos agrícolas femeninos. El texto sirve de complemento al de Carlos Contramaestre [véase archivo digital ICAA: “Josefa Sulbarán: conciencia y sueño de los campos andinos” (doc. no. 1158120)]. El catálogo reúne otros textos, de carácter más biográfico, firmados por María Teresa López, Antonio Luis Cárdenas y Enrique D’Jesús; incluye reproducción de algunos de los dibujos de la pintora, usados como guía para sus cuadros.