La crítica que Roberto Guevara (1932–98) aporta al tema de las Nenias de Gerd Leufert (1914–98) subraya el componente espacial que transforma la investigación plástica en una experiencia transitable, o sea, en una exposición. Si bien la investigadora Victoria de Stefano (“Nenias”, Museo de Bellas Artes, 1985) se ocupa del sentido primigenio de estas formas concebidas en 1969 para un libro —deteniéndose un poco más que Guevara en el origen editorial y en la carga emocional de las primeras—, Guevara abunda en detalles que permiten pensar a escala de esta nueva generación de Nenias: “las formas acceden al espacio total que está dentro y fuera del espectador, el de la percepción”, o bien, “son grandes y rotundas formas que de repente cohabitan con nosotros”. Guevara recuerda la solemnidad que emana de estas imágenes, de manera que inundan el pensamiento y es irrelevante si fueron pintadas en la pared, o si fueron proyectadas sobre el muro. El crítico tiende puentes entre el resultado de la investigación de Leufert y la autonomía de la creación artística contemporánea; lo que parece ser una conclusión lógica a la hora de confrontar este trabajo. A ello es posible añadir la preocupación de Leufert por el diseño en su sentido más puro, y hasta dónde la forma (sin función aparente) trasciende el diseño gráfico para abarcar otros ámbitos de transmisión.
Para otro texto crítico sobre la obra de Gerd Leufert, consulte el ensayo publicado en 1982 de Alfredo Chacón “‘Visibilia’ en el punto neutro de la figuración [sobre Gerd Leufert]” [doc. no. 1160567].