Alfredo Chacón escribe “‘Visibilia’ en el punto neutro de la figuración”, texto a propósito de la exposición Visibilia (Museo de Bellas Artes, Caracas, 1966) del diseñador gráfico Gerd Leufert. En él, parte de la idea de superación —dentro de una perspectiva antropológica que le es afín— de la dicotomía entre “lo vivido” y “lo pensado” como conceptos “diametralmente opuestos”. Chacón afirma que, en el caso de Leufert, ambas vertientes se presentan como acciones y formas visuales que son complementarias. Además, hace referencia a dos de las distintas facetas de Leufert, en cuanto pintor y artista gráfico, ofreciendo una clara definición de la emblemática en juego para concluir que Visibilia nos revela un punto neutro de la figuración tanto en el sentido de la voluntad expresiva como de la sensibilidad estética. En el texto están presentes referencias a distintos pensadores como André Leroi-Gourhan, Franz Hermann Wills y Roland Barthes.

Alfredo Chacón (n. 1937) es un poeta y antropólogo, íntimamente relacionado al quehacer cultural venezolano, y de manera particular a las artes plásticas, de allí que su opinión sobre las imágenes de Visibilia, del diseñador gráfico venezolano de origen lituano Gerd Leufert (1914–98), sea especialmente interesante por ser analizadas desde el punto de vista de la comunicación, y a la luz de la antropología. En otro sentido, el texto de Chacón se refiere a una de las obras más excepcionales del arte contemporáneo venezolano: aquellas imágenes agrupadas por Leufert con el nombre de Visibilia, las cuales no son emblemas ni pinturas, sino tan sólo la negación de alguna de estas formas expresivas o medios de comunicación. 

De manera precisa, Chacón logra diferenciar en qué consiste el valor (tan diferente cuan complementario) proveniente de la acción creadora del diseñador y de la sensibilidad estética del artista.

En cuanto al artista, Leufert es más reconocido por su obra de diseño gráfico, considerándosele pionero del diseño moderno en Venezuela, además de maestro de generaciones posteriores. Los textos sobre su obra plástica son escasos, de allí también el valor de este ensayo que Chacón escribe. La exposición fue acompañada por el libro homónimo, publicado en 1966.