Este texto de la poetisa venezolana Ida Gramcko (1925-94) marca el final de una etapa en la educación gráfica venezolana, dedicado a la exposición de fin de curso de la última promoción del CEGRA (Centro de Enseñanza Gráfica). La institución graduó seis promociones a lo largo de 13 años de actividad; marcó una etapa importante en la historia de la gráfica venezolana pues —según señala el crítico y dibujante venezolano Juan Calzadilla (n. 1931), en el propio catálogo del CEGRA, Promoción 1979/1981 (Caracas: CONAC, 1981)—, fue la primera experiencia de institucionalización de la enseñanza gráfica con criterio autónomo. El texto de Gramcko recoge el cierre, así como el de Calzadilla fue escrito en los inicios del taller. Ella celebra la capacidad de los estudiantes de las diversas promociones, para enfrentar retos. Actualmente, puede leerse como una manera, también, de exaltar la capacidad de innovación que tuvieron quienes crearon este taller-escuela. Gramcko comenta: “Creo que los expositores de la última promoción del CEGRA (…) han aprendido la dura lección de que no es fácil crear, de que no es suficiente volcar contenidos parciales o particulares ya que la obra no es un vertedero de la subjetividad”. Si bien Gramcko se refiere a la obra artística desarrollada por los estudiantes, es posible leer (entre líneas) la visión renovadora y de avanzada de una escuela modelo que cerraba sus puertas. El CEGRA fue cerrado en 1990 para integrarse al proyecto del Instituto Superior de Arte, IUESAPAR (Instituto de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón, Caracas, creado en 1991) el cual, a su vez, fue absorbido por la Universidad Nacional Experimental de las Artes (UNIARTES, Caracas, creada en 2008).
[Para otro texto crítico sobre el CEGRA, véase el escrito por Roberto Guevara “El CEGRA 5 (cinco) años después”, en el archivo digital ICAA (doc. no. 1153429)]