Este ensayo sobre la obra de Elsa Gramcko (1925–94) de Juan Calzadilla (n. 1931) fue publicado en su libro El ojo que pasa. Crónicas sobre la actividad artística (Caracas: Monte Ávila, 1969), por quien fue, de hecho, el promotor del movimiento informalista en Venezuela. Data de 1968, durante la etapa de mayor “informalismo” de la obra de la artista plástica venezolana, por lo que no se hace referencia a su etapa anterior de geometría-abstracta. Según palabras de Calzadilla, constituye una crítica que divulga los méritos de una pintora poco conocida. Más tarde, aunque nunca se haya sentido completamente identificada con este movimiento, Gramcko se convertiría en una referencia del movimiento informalista en el país. Para el crítico, Gramcko responde a sus necesidades internas de expresión en el hallazgo de texturas que le proporciona el informalismo. Uno de sus méritos, subrayado en este ensayo, es que Gramcko consigue generar movimiento en su obra; pero no de la manera cinética, sino mediante la fuerza expresiva de la obra. Le llama especialmente la atención a Calzadilla su forma de operar diferentes elementos, llegando a la “transmutación” matérica hasta dotarla de significado totalmente innovador.
[Para otros ensayos críticos y entrevistas con la artista, consulte en el archivo digital ICAA también de Juan Calzadilla “Entrevista con Elsa Gramcko” (doc. no. 1152673); el ensayo de José Gómez Sicre “Elsa Gramcko of Venezuela” (doc. no. 1222685); la semblanza de Oswaldo Trejo “Elsa Gramcko” (doc. no. 1153620); el artículo de Roberto Guevara “Abstractos inéditos de Elsa Gramcko” (doc. no. 1163749); el esbozo crítico de Clara Diament Sujo “Elsa Gramcko” (doc. no. 1153604); la crítica de Teresa Alvarenga “Elsa Gramcko por ahora el silencio” (doc. no. 1153652); y de Juan Carlos López Quintero “Elsa Gramcko. Una alquimista de nuestro tiempo” (doc. no. 1152657)].