El periodista español residente en Venezuela José Antonio Rial (1911?2009) se detiene en este artículo en detalles técnicos de gran valor, enfatizando el trabajo gráfico de Luis Chacón (1927?2009), quien logró cierto virtuosismo técnico con la talla dulce o buril. Rial describe cómo el artista se cuestiona al operar con técnicas químicas y cómo decide asumir el grabado desde su técnica más tradicional y centenaria. De igual manera, el documento permite leer entre líneas la necesidad de Chacón de superar esta etapa, tras haber logrado dominar con maestría el buril. Esta información cobra especial interés al ubicar un documento posterior (anónimo, “Luis Chacón: ya no podemos hacer grabados con el criterio de hace 5 siglos”, en El Nacional, Caracas, 29 de junio de 1967; s.p.), donde el artista reconoce la necesidad de abandonar la serialización de la gráfica. Hay en Chacón un especial vínculo con el metal, ya sea en su etapa gráfica con la plancha (que dice modelar con el buril) o bien a partir de los años setenta, con la transición de la obra bidimensional a la tridimensional (con piezas llamadas “estructuras” y no esculturas, que integran su serie de “satélites”). Si bien en la impresión original de este artículo faltan algunas líneas, el sentido general del mismo se mantiene y los aportes del documento obligan a considerarlo.
Como lectura complementaria, consulte en el archivo digital ICAA del crítico cubano José Gómez Sicre “The Planets: Series of engravings” (doc. no. 1134580); de autor desconocido “Chacón: hoy abren exposición” (doc. no. 1151334); y del propio Chacón “El grabado en Venezuela” (doc. no. 1143092).