El pintor Pascual Navarro (1923–85) fue, a juicio de Alfredo Boulton, quien comprendió más cabal y tempranamente el genio reveroniano. En 1945, Navarro vivió junto a él en El Castillete de Macuto (Litoral Central de Venezuela), antes de viajar a Europa en 1948 y promover, dos años después, junto con Alejandro Otero y otros artistas, el grupo Los Disidentes (París, 1950).
El ensayo sobre Armando Reverón (1889–1954) fue escrito en 1947 y constituye —junto con el de Mariano Picón Salas de 1938 [consúltese el archivo digital ICAA (doc. no. 808902)]— uno de los textos críticos valorativos y fundamentales de la literatura reveroniana producida en vida del artista. El de Navarro implica un estudio especializado, pues analiza detalladamente y con énfasis la visualidad, las técnicas y el estilo reveronianos. El texto es de especial interés para artistas y expertos conocedores de la pintura como lección de análisis plástico y por su inédito aporte al estudio de esta obra en relación con grandes maestros del arte universal.
Las cuatro obras analizadas por Navarro —Alicia (1933), El puerto (c. 1942), Cocoteros (c.1941) y Entrada al muelle (c. 1941)— habían sido enviadas por Reverón al VII Salón Oficial Anual de Arte Venezolano (1947). El análisis aborda, entre otros importantes aspectos de la pintura de Reverón, problemas tales como la distribución de la luz y la sombra, el paisaje de forma abierta, lo decorativo y poca importancia que se le otorga al tema, tratamiento del volumen, profundidad, ambiente y monumentalidad de los ámbitos. Navarro destaca el interés esencialmente pictórico del gran maestro de Macuto.
Es importante un dato poco observado por la crítica en Venezuela. Si bien Navarro no sistematiza la obra reveroniana en épocas precisas, sí afirma que las obras analizadas pertenecen a diferentes períodos, haciendo referencia explícita a la “época blanca”. El curador inglés John Elderfield (estudioso más reciente de Reverón), en su ensayo para el catálogo de la exposición Armando Reverón (Nueva York: Museum of Modern Art, 2007), señala aquellas “obras que se siguen describiendo como las pinturas blancas según la tripartición cronológica de la obra de Reverón en períodos azul, blanco y sepia, propuesta por el pintor Pascual Navarro en 1947 (…).”