Respuesta del escritor Sebastián Salazar Bondy al artículo publicado por el crítico de arte brasileño Marc Bercowitz en el diario El Comercio (Lima, 11 de diciembre de 1955). Para el autor, los cuestionamientos de Bercowitz a la prensa y crítica limeñas se inspirarían “en informes caprichosos y no bien intencionados”; de hecho, atribuye gran parte del adelanto artístico advertido al papel promotor asumido por el periodismo limeño, y en especial por el diario La Prensa, medio que habría iniciado un concepto moderno de información. En su opinión, Bercowitz “ignora las bases del mejor periodismo contemporáneo: el que no confunde la objetividad de la crónica (…) con la subjetividad de la opinión”. Según Salazar Bondy, dos ramas del periodismo son esenciales: la información, y la crítica o la opinión. Si bien reconoce la ausencia de críticos de oficio locales, subraya la existencia de periodistas especializados en asuntos culturales. Frente al papel informativo asignado por Bercowitz a la crítica en América Latina, el autor juzga necesario “un punto de vista sobre la función del artista y su actitud ante sí mismo y ante la sociedad”, sin dejar de señalarse “lo que cree erróneo, falto o defectuoso”. Salazar Bondy descubre un cierto adoctrinamiento que encubre actividades personales y, abiertamente, rechaza pictóricamente el arte no figurativo.