La Revista Diners (creada en 1963 por la compañía Diners Club) se propuso desde el primer número difundir la obra de artistas plásticos en Colombia; tarea que emprende el poeta y crítico de arte Mario Rivero (1935−2009) escribiendo en sus páginas una nota mensual de crítica de arte. El texto “Giangrandi” (1978) es significativo para estudiar la obra de Umberto Giangrandi (n. 1942), pintor y grabador de origen italiano, porque destaca su compromiso con un arte de contenido social; puntualizando, a su vez, los aportes al grabado en el país. El texto se reprodujo en el libro Artistas plásticos en Colombia: los de ayer y los de hoy (1982) que compilaba los artículos de Rivero a lo largo de varias ediciones de la revista y, finalmente, en el libro-catálogo Umberto Giangrandi. “Testimonio de vida” (2007), bajo el título “Imágenes de lucha”.
El auge gráfico de los años sesenta sucedió a la par de las reflexiones sobre la función del arte, el compromiso social del artista y un interés por el carácter testimonial de la obra con marcada tendencia expresionista. El conflicto armado en Colombia fue un eje temático importante para los grabadores de la época, los cuales, con su trabajo, aportaron autonomía al lenguaje. De ese modo, Giangrandi contribuyó con la difusión del grabado no sólo a través de los cursos impartidos dentro y fuera de la universidad, sino por la asesoría brindada para la tecnificación de los talleres, impulsando la importación de materiales (como papel y tintas) y equipos necesarios para el buen desarrollo de la práctica gráfica. Ese momento culminante se ve reflejado en la creación de varios talleres entre los años setenta y ochenta: Taller Arte Dos Gráfico de Luis Ángel Parra; Taller 25Cde Ana Mercedes Hoyos; Taller Luis Paz, del artista del mismo nombre; Arte Serial: Taller Experimental de Medellín de Hugo Zapata; Taller Corporación Prográfica del grabador Pedro Alcántara Herrán; Taller Giangrandi antes mencionado; Taller La Huella de Juan Manuel Lugo; y Taller Serigráfico de Enrique Hernández.
A principios de los años setenta se creó el colectivo artístico Taller 4 Rojo, dirigido en un primer momento por Diego Arango (n. 1942) y Nirma Zárate (1936–99), consolidándose luego con los artistas Carlos Granada, Jorge Mora, Fabio Rodríguez Amaya y el propio Giangrandi, artífices de un trabajo interdisciplinar el cual vinculó prácticas sociopolíticas con las artísticas [véase “Folleto del Taller Escuela de Artes Gráficas 4 Rojo”, doc. no. 1135790]. El grupo, valiéndose de la fotoserigrafía y el fotograbado, produjo series de grabados sobre la lucha obrera, campesina e indígena en Colombia.
Mario Rivero, uno de los más destacados poetas colombianos, intelectual polifacético, escribió crítica de arte para el diario bogotano El Espectador (1963−69) y la Revista Diners (desde 1970). Fue fundador y director de la revista de poesía Golpe de dados (desde 1972).