“Generación Instalada”(1996) se instaura como un documento de interés e importancia pues guarda la memoria de una de las exposiciones más significativas de los años noventa, donde se reunieron artistas colombianos consolidados en la plástica nacional de la época: José Alejandro Restrepo (n. 1959), Óscar Muñoz (n. 1951) y María Teresa Hincapié (1954−2008), entre otros, con el fin de hacer una revisión de los procesos artísticos de la plástica nacional bajo el marco de la V Bienal de Bogotá. Este certamen surgió en septiembre de 1988 en conmemoración de los 450 años de la capital colombiana, impulsada tanto por el Museo de Arte Moderno como por la propia Alcaldía de Bogotá. Se instauró en miras de dar un espacio de difusión a artistas jóvenes y emergentes con propuestas que aportaran desarrollo en la plástica nacional. Sin embargo, según se explica en el artículo la curadora Carmen María Jaramillo (n. 1958) —participante del comité de selección—, la organización de la quinta edición de la Bienal se percató de que el espacio de divulgación para los artistas jóvenes fuera ocupado por los Salones de arte joven; además, la demanda para artistas menores de 35 años era mucho mayor que la recibida por los artistas con cierta trayectoria. Esta situación les permitió organizar la muestra procurando revisar qué había pasado con el proceso de artistas participantes en versiones anteriores de la bienal y reducir así el espectro de edad. Esto permitió que los artistas nacionales Lucas Ospina (n. 1971), Franklin Aguirre (n. 1969), Delcy Morelos (n. 1967), Leonel Galeano, Natalia Restrepo y Adelaida López (n. 1966) participaran como artistas emergentes de la exposición.
Es indispensable señalar que el título del artículo hace referencia a dos problemáticas centrales de la muestra: la indicación de una generación ya instalada dentro del ámbito artístico nacional y la instalación como medio constante en la producción de la época. La articulista, María Margarita García (n. 1952), quien la define como “fiebre de la instalación”, coloca su texto como un punto de transición en la década de noventa, donde las prácticas de experimentación espacial —las cuales habían tenido lugar dentro de la plástica nacional desde la exposición Espacios Ambientales (1963) [véase doc. no. 868555] — asumen un cambio nominal replanteándose como” instalación”. Tal modificación es motivada por la reconcepción de la carga sociopolítica de los materiales, las lecturas posmodernas sobre la construcción de discursos y la tendencia a la importación tanto de términos como de modelos internacionales para la posterior exportación del arte nacional. Es destacable la forma en que la obra y opinión de cada uno de los artistas es descrita brevemente trazando un panorama temático que señala el eclecticismo de la muestra como siendo una cualidad inherente a la exhibición.
María Margarita García es historiadora, periodista y crítica. Ha participado en investigaciones como Sin título, Luis Caballero 1966–1968 con el Museo Nacional de Colombia. Trabajó con el diario La Prensa para la sección de arte y cultura (1985-96). Actualmente (2010), se desempeña como crítica y comentarista cultural para la revista colombiana Diners.