“A organização do delírio” es el capítulo inicial de A invenção de Hélio Oiticica, trabajo de Celso Favaretto presentado como tesis de doctorado en filosofía en la Universidade de São Paulo en 1988, publicado posteriormente como libro en 1992. En este texto, el autor inscribe la producción del artista en donde se entrecruzan dos líneas de la modernidad: la constructivista (al llevar hasta el límite los nexos entre color y forma) y la duchampiana (partiendo del “problema del objeto” y de la tónica conceptual de sus escritos como puntos de partida hacia propuestas ambientales). El libro de Favaretto acompaña el desarrollo cronológico de la obra de Oiticica, con la tentativa de demostrar la lógica interna que preside la producción del artista durante más de 20 años, más allá de su singularidad en relación a las transformaciones contemporáneas en el arte y la cultura brasileñas, aunque también en el ámbito internacional.
En referencia al asunto difundido de las canciones en torno a “Tropicália”, Favaretto escribió “O procedimento cafona” [El proceder Kitsch] [doc. no. 1110507], un texto en el cual pone al desnudo el montaje de esas letras de canciones de los años sesenta, en el cual aparece, lo que llama, toda una fantasmagoría o alegoría de una realidad brasileña “alucinada”.
Hélio Oiticica (1937–80) fue un artista brasileño del neoconcretismo. Oiticica comenzó estudiando pintura con Iván Serpa en 1954 en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, y luego se convirtió en miembro del Grupo Frente y del movimiento neoconcreto. Además de sus pinturas geométricas, que fue desarrollando durante su etapa con Serpa y como parte de Frente, Oiticica realizó performances y trabajos de arte participativo. Sus Parangolés (1964), capas hechas de tejidos y materiales reciclados, fueron empleadas para las actuaciones de la Escuela de Samba Mangueira. Oiticica también creó espacios envolventes como Núcleus (1959–60), entorno construido con listones de madera pintados y colgados realizados a partir de las ideas del constructivismo de Piet Mondrian. En 1967 fabricó el entorno envolvente Tropicália en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro. Tropicália fue una instalación de habitaciones con plantas y materiales como agua, arena y piedras, además de un loro, una televisión y otros elementos de la cultura popular brasileña, ambiente diseñado para ser sensorialmente estimulante. Aplicó también los mismos principios para Edén, otro entorno realizado por Oiticica en 1969 en la Galería Whitechapel de Londres. El nombre de Tropicália fue tomado por los músicos brasileños para denotar un nuevo estilo de música que fundía la música y el pop internacional con la música tradicional brasileña. El término de “Tropicália” pasó entonces a formar parte de la cultura popular brasileña, y a tener como significado un carácter particularmente brasileño. Oiticica participó en 1970 en la exposición grupal Information en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.