El texto fue extraído de la primera parte (capítulo tercero) del libro del investigador y profesor de la Universidade de São Paulo Celso Favaretto (n. 1941), titulado Tropicália - Alegoria, alegria (1979), considerado como una interpretación referencial de la música popular brasileña a finales de los sesenta, sobre todo por el alcance de sus análisis. En este segmento, el autor pondera el carácter “subversivo” y violento de la figuración alegórica con la que se estructuran las canciones tropicalistas. Según Favaretto, el procedimiento “cafona” es capaz de desmontar (con su toque pretencioso) diferentes fenómenos de importancia cultural, sea nacional o internacional, de alto o de bajo registro, motivado, tan sólo, por la “alegría de destruir”, pasando por encima de un proyecto que presupuso una totalidad brasileña apoyada en significados unívocos, establecidos de antemano. A pesar de que el objetivo básico del trabajo sea la música, específicamente, las reflexiones de Favaretto sobre las diversas alegorías del nacionalismo y de los productos de la industria de la cultura que montan los tropicalistas ayudan a comprender el panorama brasileño de aquella época. En especial, el referente a la exposición de las aberraciones del subdesarrollo, a aquellas tentativas que desmontan la ideología nacional-populista, así como también el rechazo de una identidad cultural homogénea para el país.