El MASP, como institución, había sido fundado en 1947 con el apoyo empresarial de Assis Chateaubriand, y nadie mejor para conducirlo que un par de intelectuales que salían de la Italia de posguerra en busca de otros horizontes culturales: el empresario Pietro Maria Bardi (1900−99) y su mujer, la arquitecto Lina (de soltera, Achillina Bo, 1914−92). A inicios de la década de los cincuenta, Lina dirige la revista de arte Habitat, publicación del MASP. Al año siguiente, en 1951, y conjuntamente con su esposo, Lina funda el curso de diseño industrial en el IAC (Instituto de Arte Contemporânea) del propio museo, donde ella se desempeña también como docente [véase doc. no. 1086940].
La arquitecto Lina es quien proyecta la nueva sede del MASP, en la principal arteria vial de la ciudad de São Paulo. Fue inaugurada en 1968 y consta de un proyecto audaz en cuanto a su escala y a la tecnología empleada vía concreto pretensado (preesforzado). La sencillez de sus acabados y los materiales aparentes de que dispone la hacen ver como “una enorme caja suspendida” en un vano libre de más de setenta metros. Se trata de un espacio cívico, generoso (en su visibilidad) y de dislocamiento con extrema libertad para el espectador, ya sea en su interior como en su exterior. Dicha libertad propicia que se integre para acoger las más diversas actividades que la institución organice. La oposición ostensiva con la que se encontró para su realización —de la Fundación Bienal así como de la escuela de arte FAAP— muestran cómo el proyecto de Lina desentonaba en el meollo conservador de la sociedad paulistana de aquella época. Para más información, vea al respecto el comentario que teje Pietro Maria Bardi en “20 anos do Museu de Arte de São Paulo” [doc. no. 1111187].