El curador-general de la XXIII Bienal Internacional de São Paulo (1996), Nelson Aguilar, justifica su selección del tema Universalis: a desmaterialização da arte, para la muestra antes mencionada. A su juicio, la pervivencia del arte a finales del segundo milenio se debió a su liberación de un pasado retiniano; y tendría, como punto de referencia, El “ready-made” duchampiano, aunque se encontraba presente, como deseo de supresión, tanto en Henri Matisse como en Piet Mondrian. Los finales de los años sesenta e inicios de los setenta, estuvieron repletos de propuestas que impugnaban, de modo radical, la materialidad del arte (minimal art, conceptualismo arte povera, fluxus, art land, performances)… Para la versión Universalis de la bienal paulistana, Aguilar invito a curadores de muy diversas nacionalidades, con objeto de que escogieran artistas y obras acordes a su indagación sobre el mencionado proceso antimaterico en la producción contemporánea. Analiza, así, diferentes abordajes globales sobre la denominada desmaterialización del arte con los artistas por ellos seleccionados. El grupo curatorial internacional lo configuraron: Tadayasu Sakai, Jean-Hubert Martin, Mari Carmen Ramírez, Paul Schimmel, Katalin Néray, Achile Bonito Oliva y Agnaldo Farias.