Antes de ser lanzada la revista Madrugada, Augusto Meyer (1902–70) mantenía correspondencia asidua con intelectuales reputados del centro del Brasil: Mário de Andrade, Guilherme de Almeida y Raul Bopp. La revista semanal Madrugada duró tan sólo cinco ediciones publicadas en Porto Alegre, de septiembre a diciembre de 1926. Los editores eran: el propio Meyer, Theodemiro Tostes y Sotero Cosme, entre otros. Pese a su cortísima existencia, Madrugada dio una idea de la producción en el estado de Rio Grande do Sul —dentro de los parámetros del Modernismo— tanto en la literatura como en el dibujo y el grabado. La portada del primer número fue de Cosme quien ilustró otras publicaciones como la Revista do Globo (1929–67).
En ese estado, las revistas semanales se convirtieron en polo de atracción tanto para el público como para gente talentosa ligada a las artes plásticas que garantizaon una alta calidad gráfica en la región entre las décadas de los treinta y los cuarenta, al expandirse el grupo editor de la Livraria do Globo. La profesora e investigadora de la UFRS (Universidade Federal do Rio Grande do Sul) Paula Ramos reunió los cinco números da revista Madrugada en edición facsimilar, haciéndolos acompañar de ensayos que ponen en contexto la revista, escritos por autores como Cida Golim y Paulo Gomes de la misma institución.