Para el crítico de arte Geraldo Ferraz, la obra de Lívio Abramo parte del dibujo y, de manera gradual, va cediendo espacio al grabado con “toques expresionistas” hechos sobre “madera mala”. A finales de la década de los treinta, siendo periodista, Abramo fue el coordinador del servicio telegráfico del periódico local (que lo pone al tanto de las noticias sobre China —masacre en Nankín— y la guerra civil española). Sus grabados de entonces (a modo del Guernica de Picasso en esos años) expresan terror e indignación artísticos ante los hechos. En opinión de Ferraz, la luz obtenida por los instrumentos de grabado que producen los surcos (gubias y punzones) pasa a ser la principal arma de Abramo contra la barbarie, llevándolo a refugiarse en la vida intelectual de São Paulo para distanciarse del horror. La serie Pelo Sertão [Por el interior del noreste], que ilustra la obra homónima de Afonso Arinos para los Cem Bibliófilos [Cien Bibliófilos], marca una alteración refinada en su técnica al hurgar, de modo casi ornamental, en los recursos obtenidos al grabar la madera de tope o a contrafilo. Posteriormente, Abramo hurga en su permanencia en Río de Janeiro ilustrándola con pequeñas joyas del xilograbado cortadas con achurados para provocar las fulguraciones de la noche en esa ciudad. Hizo incursiones en los locales de santería (macumba y candomblé), una fase denominada por Ferraz como “hechizos de la negritud”. Al finalizar la década de los cincuenta, Abramo reside en Paraguay y se deleita con sus paisajes (naturales y urbanos) que son transformados por la materia gráfica, generando un cierto prisma que sugiere otros ángulos de visión del motivo común y corriente. Ferraz reitera la importancia de Abramo como “pedagogo” esos años y en ese país: “El maese que alguna vez fue, se convierte en un militante de la enseñanza artística”. Es en territorio extranjero donde Abramo encuentra la síntesis que tanto anheló, pasando a oscilar entre sus iridiscencias de la serie Rio [de Janeiro] y los fuertes ritmos logrados en Pelo Sertão, la otra serie medular.