Frederico Morais analiza la muestra Opinião 66, llevada a cabo en el Museu de Arte Moderna de Río de Janeiro, en 1966. Compara los trabajos y las diversas situaciones del arte en el Brasil cotejándolo con el producido entonces en Francia, y argumenta que es superior la producción brasileña por el hecho de no vivir bajo el peso de la tradición. Dicha singularidad brasileña iría a favorecer su cuestionamiento del lenguaje artístico. En este texto, Morais está convencido de que las obras de Waldemar Cordeiro (en São Paulo), Hélio Oiticica, Antonio Dias y Rubens Gerchman (en Río de Janeiro) representan la verdadera “opinión brasileña”, negándose a ser un mero pastiche dadá.

Opinião 66 es la segunda de una secuencia fundamental de tres muestras organizadas por el MAM-Río, donde se aglutina como catalizador el arte que surge en Río de Janeiro en el meollo de la década de los sesenta; las otras dos fueron Opinião 65 (1965) y Nova Objetividade Brasileira (1967).

Frederico Morais (n. 1936) es una de las personalidades marcantes de la crítica de arte en el Brasil. Como periodista fue crítico de arte durante años, tanto en el Diário de Notícias como en O Globo, ambas en Río de Janeiro. Fue uno de los críticos “comprometidos” más actuantes en las décadas de los sesenta y setenta, habiendo apoyado diversos movimientos de vanguardia de aquella época, además de fungir como curador. En el contexto de censura militar totalizadora, bajo el AI-5 (Acto Institucional núm. 5, 1969), Morais vio surgir un tipo de producción artística en Brasil que denominó “contra-arte” o “arte de guerrilla”. De su parte, pasó a cuestionar la postura del crítico como un juez de valores y propuestas, postulando “la nueva crítica” que él ejemplifica al operar desde dentro de la producción y en vínculo directo con el artista.

En referencia a este asunto, consúltese de Ferreira Gullar, “Opinião 65” [doc. no. 1090530]; además de los catálogos de las muestras mencionadas: Opinião 65 (1965) y Nova Objetividade Brasileira (1967).