El artista nipo-brasileño Yoshiya Takaoka expone en este texto su malestar contra las manifestaciones individuales y subjetivas del arte. Considera un riesgo la tendencia hacia una libertad que redunde en fuga de compromisos o de disciplina, principalmente con los pintores de São Paulo en aquel período, aunque no se les exigiera una postura de abierto cuño político. Sus preocupaciones, por otra parte, estaban hincadas tanto en la hechura artística como en la intrínseca respuesta a planteos pictóricos del cuadro. Un interés que compartía con miembros de otros grupos de los cuales participó como, entre ellos, el Núcleo Bernardelli en Río de Janeiro, amén del Guanabara (configurado por frecuentadores de su casa-taller en São Paulo), así como también de Seibi-Kai, una asociación de artistas nipo-brasileños que operaron en esta última ciudad.
[Como lectura complementaria, véase en el archivo digital ICAA los textos: “Grupo Seibi” (doc. no. 1110646); de Tomoo Handa [“Ata da primeira reunião do] Grupo Seibi” (doc. no. 1110650); de Ibiapaba Martins “Meia hora no ‘atelier’ do Jacaré” (doc. no. 1110647); de Alzira Pecorari et al. “Depoimentos sobre o Grupo Guanabara” (doc. no. 1110644); de Takaoka y Daisy Peccinini “Depoimento de Yoshyia Takaoka ao Centro de Pesquisa de Arte Brasileira Fundação Armando Álvares Penteado” (doc. no. 1110642); y de Maria Cecilia França (org.) “Nipo Brasileiros: mestres e alunos em 50 anos” (doc. no. 1110648)].