“Torres García en Bogotá” inaugura una serie de artículos escritos por la crítica de arte Marta Traba (1923–83) en el diario El Tiempo de esa ciudad. En ellos irá analizando la teoría de cuño constructivo de Torres García, y denominada la Escuela del Sur. A su vez, un discípulo suyo, Julio Alpuy (1919−2009), radica unos años en Bogotá, entre 1957 y 1961 (con una interrupción de casi año y medio en Europa y Venezuela), donde difunde la teoría que aprende en Montevideo, en el Taller Torres García.
Tras la muerte de Torres García, en 1949, Alpuy inició una serie de viajes que determinarán un nuevo rumbo en su producción artística. Primero Europa, algunas ciudades de África, del Mediterráneo y Medio Oriente, y luego un regreso al Uruguay donde deja de ser discípulo para convertirse en maestro en el Taller T-G. Hay, después, la estadía en Bogotá antes mencionada, donde dará inicio a un nuevo proceso creativo que muestra un alejamiento de los principios constructivos. Sin duda, la etapa decisiva en todo este momento fueron los años que acontecieron en Bogotá y, según el mismo Alpuy lo señaló en variadas ocasiones, su obra debe considerarse como un antes y un después de su paso en esta ciudad.
El trabajo que había desarrollado la Escuela del Sur —con Joaquín Torres García a la cabeza y un grupo brillante de sus alumnos en Montevideo— era prácticamente desconocido en los círculos intelectuales de Colombia. No había llegado hasta entonces ningún tipo de contacto directo con la teoría o con la producción de la referida Escuela, convirtiéndose Alpuy en el primer miembro y exponente representativo del Taller en el país; y, por lo tanto, el único acercamiento posible con el TT-G de Montevideo. Bogotá vivía en esa época una etapa de intelectualidad efervescente; tanto es así, que este primer artículo de Traba señala una primera emoción sobre la llegada del artista y la gran acogida que se le brindó. Alpuy, en los años posteriores, expondrá en las salas de La Biblioteca Luis Ángel Arango y escribirá un artículo en la última edición de la revista Prisma. Las últimas décadas de su vida se desarrollarán en la ciudad de Nueva York.
Este texto de Marta Traba debe leerse en conjunto con el artículo “Alpuy en la Biblioteca Luis Ángel Arango” [doc. no. 1105143].