Este texto del artista sonoro Juan Reyes (n. 1962) puede ser visto como un enfoque importante dentro de la inexplorada e incipiente historia de los medios electrónicos en Colombia. Dentro del medio, Reyes se ha caracterizado por su formación multidisciplinaria; lo cual ha posibilitado, a través de su vida, preocupaciones que, a primera vista, no tendrían por qué estar ligadas. A Reyes le interesan, en esencia, las posibles relaciones entre arte y música, la escucha, la percepción y la cognición, el performance y las artes electrónicas [véase “Estados Alternados”, doc. no. 1098706].
En Colombia, el campo de las artes electrónicas es bastante limitado. Debido a ello, expresiones tales como el videoarte [véase Historia del videoarte, doc. no. 1130869], el arte sonoro y las artes del tiempo, en general, se han visto relegadas a causa de la falta de interés de un público sesgado por una serie de prejuicios ligados a una modernidad de tipo conservador. Aportes como este posibilitan entender, de manera adecuada, la posición de Reyes como artista mediático y su planteamiento con respecto a formas de composición alternativas. A partir de su producción, es posible afirmar que Reyes articula su pensamiento a la manera del hacker [véase “El Artista como hacker”, doc. no. 1099561], el cual apropia y crea a partir de una mezcla entre “lo disponible” (lo foráneo) y lo propio, buscando así subvertirlo.
Actualmente el límite entre composición electroacústica y arte sonoro es difuso. Debido a esto estas disciplinas sufren cuestionamientos frecuentes, reinventándose y circulando a través de eventos como el Festival de Música Contemporánea (fundado en 1990) y el Colón Electrónico (fundado en 2002) en la ciudad de Bogotá.