Con este artículo el crítico colombiano de arte colombiano Gustavo Santos (1892−1967) cierra la polémica de la Exposición de Arte francés de 1922 con argumentos contrarios a los críticos de arte Roberto Pizano (1896?-1929) y Rafael Tavera (1878–1957). Conociendo de antemano sus posiciones, Santos destaca como valor fundamental del evento el hecho de haber despertado la posibilidad de discutir sobre tendencias del arte actual para con ello cimentar una posición sobre el arte foráneo. La polémica por la Exposición se genera a raíz del cubismo, pero según el historiador del arte Álvaro Medina (nac. 1942), el único cubista que allí expuso fue el pintor francés Albert Gleizes (1881−1953). La posición concluyente de Santos es la moraleja de la muestra: hay que saber enfrentar la incomprensión que generan estas obras.
El autor hace énfasis en las condiciones del medio artístico colombiano dominado por el llamado facilismo; sostiene que se necesita recibir la lección de la personalidad y no la de la copia fiel según el movimiento que desembarque en estas tierras. En este orden de ideas, hace mella la comprensión parcial del cubismo impidiendo ver en su totalidad la diversidad de obras que se exponen.
Todos los comentarios de los críticos de arte —con excepción de Santos—, en referencia a sus primeros encuentros con el cubismo, son un ejercicio tanto de expectativa como de evocación. De expectativa, por el deseo de encontrar un arte modernista distinto al hecho en Colombia, por un lado; y, por el otro, viene la remembranza por ese arte nacional que posee más condiciones de maestría que las vanguardias; o sea, un arte que rompía con la idea de progreso que tenía el arte local. La Exposición de Arte francés de 1922 es un tema que se ha explorado incipientemente en la historiografía colombiana de la historia del arte. Álvaro Medina le dedica un capítulo entero en Procesos del arte en Colombia (Bogotá: Colcultura, 1978) y las historiadoras del arte Ivonne Pini y Sylvia Juliana Suárez Segura han discutido la importancia de dicho evento. Pini hace algunas referencias en su libro En busca de lo propio [véase doc. no. 1093353]y recientemente Suárez Segura escribe “Arte serio: el arte colombiano frente a la vanguardia histórica europea en 1922” (Revista Ensayos, No. 14, 2008), un artículo sobre la polémica suscitada alrededor de las vanguardias artísticas a partir de la Exposición.