En este artículo el historiador inglés Edward Lucie-Smith presenta lo que él denomina un “trasfondo de la obra” del artista colombiano Luis Caballero. Ese trasfondo incluye un análisis de sus influencias artísticas (por ejemplo, el holandés Willem de Kooning, el francés Jean Dubuffet y, en especial, el irlandés Francis Bacon); el contexto cultural y político de su obra inicial (el cuestionamiento y crítica de la tradición del muralismo mejicano por parte tanto de artistas —Rufino Tamayo y José Luis Cuevas— como de críticos —los argentinos Jorge Romero Brest y Marta Traba, e incluso la omnipresencia de escenas violentas en el entorno colombiano). Por otra parte, Lucie-Smith señala aquellos artistas con los que se puede relacionar la obra de Caballero realizada en los años sesenta (ejemplificados por el cubano Wifredo Lam, el chileno Roberto Matta, el inglés Allen Jones, el alemán Richard Lindner, entre otros) y aquellos que le sirven de referencia en su obra posterior (los clásicos españoles Diego Velázquez, José de Ribera, Francisco de Goya). Destaca su educación artística condicionada por sus viajes entre Europa (residencias en Madrid y París) y Colombia, amén de su decisión de vivir en París a partir de 1968, en parte debido a su homosexualidad (demasiado conflictiva en Colombia). Sobre este trasfondo, Lucie-Smith analiza el valor de ruptura de la obra Políptico, las características de obras anteriores y posteriores a esta, así como el significado cultural (dentro del ámbito y la historia colombianos) de su opción por un arte figurativo simplificado. Se trata de algo inicialmente y más naturalista que el desnudo masculino posterior realizado a partir de modelos reales. Considera la obra de Caballero, en especial la que sucede a Políptico, como única en su calidad de ser posmoderna y apasionada.