El escritor y crítico colombiano Luis Vidales (1900–1990) fue director de la revista Espiral durante su primera etapa (Bogotá 1944–46). En este artículo defiende una nueva estética y se preocupa por explicar que “la deformidad” que se le inculca al arte nuevo es, en realidad, una ruptura con los modelos tanto renacentistas como individualistas. Considera que lo que se llama “fealdad” es el tránsito hacia otro tipo de belleza: la muerte de una sociedad y el nacimiento de otra, influida por cambios históricos tales como la Segunda Guerra Mundial. El artículo es consecuente con lo que Vidales defenderá en otros textos suyos; en especial, el Tratado de estética (1945), donde se define la idea del arte como fenómeno indiscutiblemente social. [Véase doc. no. 1080374].
El editorial del primer número refuerza este sentimiento que se extenderá al resto de la revista; esto es, ofrecer una interpretación de las artes del momento al público neófito, implicando tanto la renovación como el cambio. Los postulados de esta publicación defenderán la idea de que el arte plasme la vida del hombre para el bien común. Se vislumbra, en el pensamiento de Vidales, la creencia de que el artista debe ser un personaje o ciudadano activo en su entorno social.
En concordancia con los postulados de un arte para las masas, el tema del muralismo fue expuesto de manera constante en Espiral. Se percibe interés por definir un arte americano; lo cual indica existir una búsqueda por un “arte propio” en los términos que se propagaron en décadas anteriores, en otros países de Latinoamérica. Parece haber una preocupación por identificar una sola definición de “lo colombiano” y “lo americano”, además de la creencia arraigada de que el arte contribuye, sustancialmente, a esa tarea.