La importancia de este artículo radica en la perspectiva de la crítica y curadora colombiana Carolina Ponce de León (nac. 1957), quien presenta un vislumbre sobre “lo posmoderno” en el campo del arte en Colombia. A partir de un ejercicio de enumeración, describe el panorama de la década de los ochenta; esto le permite manejar las características propias de “lo posmoderno”. A saber: “pluralidad de lenguajes”; la discusión por la “transvanguardia” propuesta en Italia por el crítico Benito Achile Olivo y el recobrado prestigio de la pintura; contextos de producción urbanos y reflexivos de sus propias simbologías; la descentralización del “etnocentrismo y hegemonía occidental”; y, por último, los ejercicios de revisión tanto en las poéticas como en la historia y crítica del arte.
El artículo, que fue publicado en la sección Arte de El Tiempo, compartió página con el artículo denominado “Símbolos de cambio: ¿Qué paso con el arte en esta década de los ochenta?” [véase doc. no. 1082825], en que el crítico José Hernán Aguilar (nac. 1952) presenta su visión particular de la década. De tal manera que el contraste de ambos artículos puede ofrecer un panorama complejo de la plástica colombiana en ese período.
Años después de hacer sentir su conocimiento curatorial y crítico en el país, Carolina Ponce de León se radica en la ciudad de Nueva York. Posteriormente, tras vivir en París y en Belgrado, regresa a Colombia a comienzos de los ochenta. Trabaja en el área de educación del Museo de Arte Moderno de Bogotá. En la dirección de Artes Plásticas del Banco de la República realiza una serie muy significativa de prácticas curatoriales, destacándose, entre ellas, Ante América (1992) —exposición que organiza de manera conjunta con el crítico cubano Gerardo Mosquera y Rachel Weiss— y el programa Nuevos Nombres (Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá, 1985–94). Estudió la crítica de arte en Colombia (desde 1974 a 1994) gracias a los auspicios de Colcultura (Instituto Colombiano de Cultura). Desde comienzos de 1989, aunque de manera esporádica, escribe para el periódico El Tiempo artículos de crítica de arte y exposiciones. En la actualidad, radica en San Francisco, California.