Artículo publicado en 1958, es decir, 12 años después que aparece su Tratado de estética [véase “Tratado de estética”, doc. no.1080374]. Para este momento, el autor ya había consolidado un sistema crítico y lo había usado durante las dos décadas anteriores para evaluar los más diversos fenómenos del arte tanto colombiano como internacional. En este texto se resumen los principios básicos de su método crítico, donde Luis Vidales (1900–1990) postula una aproximación sintética a varios de sus conceptos centrales, desde su perspectiva, como “estilo” u “organización social”.
En este sentido, el más importante avance metodológico radica en la oposición tajante entre arte de épocas colectivas y arte de épocas individuales; esta le permite al crítico juzgar las obras de acuerdo a marcos sociales específicos de producción. Con estos se alteran todos aquellos parámetros de evaluación de las obras, ya que Vidales considera no ser lícito seguir hablando de “arte bueno” o de “arte malo”, en el momento que dicha producción es acorde con su sociedad. En resumen, la obra de arte siempre es buena; cuando no, sencillamente no es arte. Esta posición abrió nuevas perspectivas en la estética colombiana. Antes de la inclusión de estos principios metódicos, era imposible encontrar discusiones complejas (como las que propone este artículo) sobre fenómenos tales como la diferencia tanto entre pintura de caballete y pintura mural como el papel que ejerce la desproporción en los propósitos de las nuevas tendencias artísticas.