Desde los inicios de su carrera, el sociólogo, antropólogo, historiador, escritor y periodista Gilberto [de Mello] Freyre (1900−87) tuvo la convicción de las grandes distancias geográficas y culturales que segregaban su región de los centros político-económicos de Río de Janeiro y São Paulo. Desde 1926 plantea en su ciudad, Recife, el Primeiro Congresso Regionalista do Nordeste —véase manifiesto en [doc. no. 1074787]—, donde defiende aspectos de la cultura y costumbres de su región (noreste brasileño). Esta postura la defenderá, a capa y espada, con dos pintores notables que, infelizmente para sus propósitos, terminaron radicándose largo tiempo en Francia: Cícero Dias y Vicente do Rego Monteiro. Vea, respecto al primero, “O regional e o universal na pintura de Cícero Dias” [doc. no. 1075269]. En relación a Rego Monteiro, que visita específicamente en París, vea “Notas a lapis sobre um pintor indiferente” [doc. no. 785071].
El documento que aquí se presenta es una respuesta al artículo de Mário Pedrosa, “Sociólogos versus Pintores”, publicado en el Jornal do Brasil, en Río de Janeiro. En este texto, Pedrosa defiende al pintor Candido Portinari, que a su juicio fue víctima de una injusticia de Freyre. Este, a su vez, impugna la idea de que los pintores del noreste brasileño serían “conservadores”; esto es, dedicados exclusivamente a la preservación de las tradiciones regionales.
Desde la década de los treinta, Pedrosa había dado un destaque privilegiado a su obra pictórica. El artículo “Impressões de Portinari” fue publicado en el Diário da Noite (São Paulo, 1934), donde destaca obras regionalistas y etno-sociales como Café e Índia e mulata. Posteriormente, escribió sobre el mural histórico de la evangelización con la Primera Misa en Brasil en su artículo “A missa de Portinari”, aparecido en el Correio da Manhã (8 de agosto de 1948).