Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental.
El año 1972 es clave en el comienzo de la difusión internacional del arte de sistemas como tendencia que identifica al CAYC entonces, con un enfoque más tecnológico que político.
La gacetilla anuncia la presentación, en la sede del CAYC, de la bailarina Nélida Puig durante la apertura de la exposición del Grupo de los Trece. Se celebraba el primer aniversario de la aglutinación del heterogéneo colectivo (GT- 195; doc. no. 1476367).
En la apertura, Nélida Puig (realiza una coreografía en base a la música de Johnny Pearson y Marius Constant planteada en dos momentos: primero donde el individuo se presenta enajenado en su vida cotidiana; y el segundo, cuando la persona, influida por las noticias publicadas en medios masivos de comunicación, toma conciencia de lo social. La danza se propone despertar la conciencia social de los asistentes, procurando que la participación artística produjera una transformación de la sociedad. Con esta propuesta, el Centro se orientaba hacia la interdisciplina difundiendo, así, posibilidades ofrecidas por las nuevas teorías sociales para la actividad artística. En particular aquellas que respaldaban el programa de actividades del CAYC y la creación de una poética propia, la cual diera identidad a la institución.