En el libro Pintoras colombianas contemporáneas, el crítico austriaco Walter Engel presenta un conjunto de artistas que mantuvieron participación activa en el panorama artístico del país entre las décadas de los cuarenta y cincuenta. El autor explica que dicha selección no pretende justificar un “acto de cortesía” o un “infundado gesto de caballerosidad”. Al contrario, quiere recordar la significativa posición de estos nombres y la manera como dan cuenta de distintas corrientes modernas. El texto incluido en el libro narra los inicios y expone el desarrollo del trabajo de las siguientes artistas, singularizándolas: Judith Márquez (como una sobresaliente representante del abstraccionismo lírico); Lucy Tejada (dentro de la corriente figurativa de interpretación de la figura humana); Cecilia Porras (como artista que media entre la figuración y la abstracción del paisaje natural y urbano) y, finalmente, la boliviana Sofía Urrutia Holguín (como representante del arte ingenuo). Así mismo, se refiere a un grupo de artistas que alguna vez tuvieron una significativa aparición en los Salones Anuales de Artistas, entre las cuales presenta, con cortos perfiles de su trayectoria, a Alicia Cajiao, Cecilia Aya, Emma Reyes, Hena Rodríguez, Elvira Martínez de Nieto, Lola Fernández Caballero, Blanca Sinesterra de Carreño, Gisela Ballesteros de Martínez, Teresa Cuéllar (más conocida como Teyé) y Margarita Lozano. La segunda parte del libro muestra, simultáneamente, fotografías de las artistas y de sus obras.