En esta entrevista, Doris Salcedo y Hans-Michael Herzog discuten no sólo diferentes etapas de la carrera artística de Salcedo sino, muy especialmente, conceptos e ideas importantes para ella: la visión de sí misma como “artista política” proveniente de un país del tercer mundo; su interés por resaltar la fragilidad y vulnerabilidad como denominadores comunes de los seres humanos; la pervivencia de campos de concentración de diverso tipo en el mundo contemporáneo que rememoran el Holocausto; la violencia en Colombia y en el mundo; y sus efectos y repercusiones para los individuos y sus sociedades. Analizan, también, aspectos específicos del quehacer artístico; entre ellos la importancia de la superficie y los materiales; el espacio público versus el espacio interior; las dimensiones conceptuales e intuitivas inherentes a su trabajo; las obras como criaturas monstruosas y autónomas; la presencia de lo “uncanny” [inexplicable] y “unheimlich” [inquietante, perturbador] en ellas, amén de su concepción de la belleza. Herzog y Salcedo se refieren a algunas obras específicas, entre las que se encuentran la que ella realizó para la Bienal de Estambul, Noviembre 6 y 7, Tenebræ y Unland.

Esta entrevista hace parte de un catálogo publicado con ocasión de la exposición itinerante Cantos Cuentos Colombianos, organizada por Daros Latinamerica en Zürich (Suiza). Además de la entrevista de la artista colombiana Doris Salcedo (nac. 1958), se incluyen otras con artistas colombianos como Óscar Muñoz (nac. 1951), Juan Fernando Herrán (nac. 1963), Delcy Morelos (nac. 1967), Juan Manuel Echavarría (nac. 1947), Fernando Arias (nac. 1963), Miguel Ángel Rojas (nac. 1946), José Alejandro Restrepo (nac. 1959), Nadín Ospina (nac. 1960), María Fernanda Cardoso (nac. 1963), Oswaldo Maciá (nac. 1960) y Rosemberg Sandoval (nac. 1959). Más aún, el catálogo de la muestra incluye los textos de escritores colombianos tales como Fernán E. González (nac. 1939), Plinio Apuleyo Mendoza (nac. 1932), Alfredo Molano (nac. 1944) y William Ospina (nac. 1954).   Salcedo discute algunas de sus últimas obras en relación con perspectivas recientes adoptadas por ella. Entre estas últimas, cabe resaltar que la artista ya no está trabajando en relación directa con víctimas de la violencia colombiana; es más, que ha adquirido un conciencia más amplia de ésta como fenómeno universal, haciendo un especial énfasis en aspectos humanos tales como la fragilidad y la vulnerabilidad, amén de profundizar en efectos de la violencia. Destaca entre ellos, la pérdida de un espacio habitable, el sentido de desorientación, de la aceleración y detención del paso del tiempo, además de la carencia de interioridad y belleza. Estas perspectivas ofrecen  nuevas y ricas claves interpretativas de las obras realizadas a partir de finales de la década de los noventa, poniendo en evidencia la complejidad y profundidad del pensamiento de Salcedo como “artista política”.