Pedro Nel Gómez (1899–1984) fue un ingeniero, arquitecto, urbanista, pintor, escultor y muralista colombiano. Decía que el arte debía servir a las gentes del porvenir, de tal manera que pintaba para el futuro lo que veía del pasado y del presente de su pueblo. Fue, además, militante del Partido Comunista Colombiano y desarrolló una intensa actividad artística que lo hace uno de los grandes maestros contemporáneos en Latinoamérica. Los murales de Nel Gómez obedecieron a una composición geométricamente ordenada, según lo constata Beatriz González (nac. 1938), artista y también investigadora, en el boceto Homenaje al hombre (1949), al vincularlo con el arte abstracto. En este punto los aportes de este documento son evidentes: además de reconocer en los bocetos una fuente primaria para analizar la obra mural, González toma distancia de críticos tales como Jorge Zalamea (1905–69) quien opinó que la obra de Gómez se apartaba del “espíritu de la geometría”. A su vez, la autora se aleja de la crítica argentina, inicialmente radicada en Bogotá, Marta Traba (1923–83) —maestra de Beatriz González— quién consideró “caóticas” las composiciones murales de Nel Gómez. El ejercicio renovado y crítico de la autora recoloca murales tales como Momentos críticos de la nación (Banco de la República, Bogotá, 1959), en el ámbito de una estética propia.