Este ensayo de Margarita Nieto detalla la historia del arte chicano de Los Ángeles y del conjunto de California. Se centra en la obra y el activismo de dieciséis prestigiosos artistas, como Carlos Almaraz, Gronk, Patssi Valdez, Luis Jiménez y otros. El documento, que formaba parte de la exhibición de obra de estos artistas, ofrece información de los comienzos del movimiento de arte chicano-latino de Los Ángeles, subrayando el vínculo esencial entre arte y la sociedad, el cual dio origen a gran parte de la producción cultural chicana. Se escribe sobre la formación de una serie de organizaciones de arte, colectivos y publicaciones como parte del movimiento anti institucional o disconforme presente en ese momento, destacándose algunos de esos grupos tales como Mechicanoy Self-Help Graphics. A seguir, Nieto pasa a analizar el desarrollo del muralismo como medio clave para la comunicación entre los artistas chicanos y su público, evaluando asei las varios nexos entre colectivos de artistas, particularmente entre ASCO, Los Four, East Los Streetscrapers y el movimiento muralista. Detalla de forma breve acontecimientos paralelos ocurridos en comunidades artísticas chicanas: la zona de la Bahía de San Francisco, Sacramento y San Diego-Tijuana, resaltando la relación de los artistas chicanos con la frontera, tanto en forma física como en su concepto tanto estético como cultural. El texto finaliza con un análisis de posteriores sucesos en el arte chicano-latino, centrándose en logros y desafíos de los artistas en actividad tras el punto álgido del movimiento chicano en los años ochenta y ulteriores.