Esta es una declaración curatorial publicada en el catálogo de la exposición de 1977 Dále Gas: Chicano Art of Texas [Arte Chicano de Texas]. El curador de la exhibición, Santos Martínez, Jr., define el término “chicano” como concepto que alude a la postura ideológicamente radical y sumamente politizada entre los mexicoamericanos. Martínez detalla las motivaciones sociales y políticas que llevaron a la aparición del Movimiento Chicano en la década de sesenta, resaltando la aportación de César Chávez, Reies López Tijerina, Rodolfo (Corky) Gonzales y José Ángel Gutiérrez a su desarrollo. Martínez analiza la participación de estos hombres y los sucesos a los que, junto con otras personas, reaccionaban con el fin de establecer un marco teórico para dilucidar los matices políticos y sociales del arte chicano. El autor sugiere que el arte chicano apareció por primera vez a través de tres “modelos básicos”, según su denominación, los cuales se manifiestan principalmente en carteles y murales, considerados ejemplos de “arte como medio de protesta”; un arte con conciencia histórica; y un arte que aboga por la autonomía cultural. Martínez identifica a Mel Casas y Luis Jiménez como los precursores del movimiento de arte chicano, resaltando la influencia ejercida en su obra por sus raíces tejanas. Como centro principal de la muestra, Martínez habla sobre la riqueza de la producción artística desarrollada en Tejas, particularmente en San Antonio, destacando la brillante presencia de colectivos como Con Safo y demás. El autor dedica el resto del ensayo a comentar de forma breve los trabajos de diversos artistas presentados en la exhibición; entre ellos, César Martínez, Amado Peña, Roberto Ríos, Jesús Treviño, Frank Fajardo, José Riveria y Jorge Truan. Martínez sostiene que el arte chicano debe ser evaluado según sus méritos plásticos, en vez de serlo mediante lo que denomina como “valores étnicos simbólicos o testimoniales”. El autor indica que ha habido un cambio en la actitud de los artistas chicanos manifiesto en sus trabajos, lo cual señala los albores de una nueva era en el arte chicano.