Marta Traba (1930-83) fue una crítica e historiadora del arte argentina que ejerció su profesión en Bogotá y San Juan, Puerto Rico. Durante la década de cincuenta abogó en Latinoamérica en favor del modernismo internacional, aunque haya pasado en los años sesenta a detractora de la homogeneidad de este tipo de artes plásticas, tras el aumento de la influencia cultural de los Estados Unidos en la región. En este texto de 1958, Traba expone su hastío por el predominio de los temas nacionalistas en el arte latinoamericano, ejemplificado por el muralismo mexicano. La autora insta a sus colegas de profesión a distinguir entre las cuestiones estéticas y las políticas del nacionalismo. Traba contextualiza el texto dentro de un debate mayor existente entre sus colegas latinoamericanos, y reconoce que sus opiniones se suman a las de otros muchos críticos, los cuales, en tiempos recientes, han venido manifestando su insatisfacción frente al descriptor de “arte americano”. La autora cita también a historiadores del arte y a críticos de diversos países tales como Julio E. Payró (1899-1971), crítico argentino. De la misma manera que otros críticos han puesto en duda la existencia de una “estética [latino]americana”, Traba declara que los artistas del continente se han visto forzados a adoptar la idea por su complejo de inferioridad y afirma, también, que la nacionalidad de los artistas europeos no les resulta tan pesada carga. La autora, al igual que otros detractores del nacionalismo, nos recuerda que la pintura y la escultura fueron manifestaciones artísticas que llegaron importadas a gran parte de Latinoamérica, y que el arte sudamericano fue esencialmente francés hasta comienzos del siglo XX.