La primera Conferencia sobre Relaciones Interamericanas en el Ámbito del Arte, llevada a cabo del 11 al 12 de octubre de 1939, fue impulsada por la División de Relaciones Culturales del Departamento de Estado con el objetivo de emplear las manifestaciones artísticas para mejorar las relaciones entre los Estados Unidos y las naciones de Latinoamérica. Como parte de las iniciativas del gobierno estadounidense para aumentar su influencia en el Hemisferio Occidental y detener la expansión del fascismo al inicio la II Guerra Mundial, el Departamento de Estado instó a los directores de museos, curadores, artistas y otros profesionales del arte de los Estados Unidos, a ofrecer sus consejos y redactar sus recomendaciones para realizar programas de intercambio con el respaldo de la División de Relaciones Culturales del Departamento de Estado. Entre los participantes de esta conferencia (y en posteriores comités) figuraban artistas como George Biddle, administradores de la agencia federal W.P.A. y directivos del Museum of Modern Art de Nueva York, entre otras muchas instituciones. Las actas revelan una serie de importantes temas y debates como, por ejemplo, el gran interés en los Estados Unidos por el arte indígena y precolombino de Latinoamérica, la pregunta de cómo debería presentar los Estados Unidos su propia cultura (el arte folk y el industrial son dos áreas sobre las que se pone énfasis), y la pregunta sobre si los Estados Unidos debe adoptar un trato de colaboración al solicitar información sobre el interés latinoamericano en la cultura estadounidense o, más bien, si el trato debe ser paternalista determinando lo que es “mejor” para el público latinoamericano sin tales consejos.