En el simposio intitulado Hacia otra ruta hacia Siqueiros organizado por Curare, Esther Acevedo presentó una ponencia en la cual se aborda el género del paisaje en la obra de David Alfaro Siqueiros. Faceta poco valorada del artista a pesar de que, tras su investigación, cerca del 20% de su producción de caballete resultó ser paisaje. En opinión de la autora, Siqueiros no se aferró a una definición unívoca del “paisaje” sino que vio en él una mera vía de experimentación formal y de nuevos materiales. En cada década de su obra se percibe una manera distinta de desplegar el espacio, ya sea de incorporar la fotografía o bien de aprovechar los escurrimientos de la pintura para obtener como resultado escenarios de desastres y de logros de la humanidad. En particular, Acevedo analiza la obra Explosión de la ciudad (“1935”) como siendo una pieza clave para su argumento, a pesar de que varios críticos de arte la hayan considerado, desde los años setenta, obra premonitoria del desastre atómico. Sin embargo, la autora se percata de que la obra en cuestión no se expuso ni tampoco se publicó en ningún catálogo de la época. Tras un análisis exhaustivo, resulta que el propio artista antefechó su cuadro diez años, logrando, con ello, alterar su trayectoria en la historia al imponer una lectura distinta de la real. En la pintura, un número 3 esta encimado, físicamente, sobre el 4, anticipándose, así, en una década, la fecha original de “1945”.