John Xceron hace una reseña de la obra de Lola Cueto expuesta en la Salle de la Renaissance 11, el 6 de febrero de 1929, en París. Inicia designando al mejor arte mexicano como el arte popular hecho por gente simple e intuitiva, inspirado por mayas o aztecas. Menciona que el arte mexicano es del más alto nivel en pintura, escultura, cerámica, grabado y tejidos de lana, sólo comparable con los peruanos y egipcios. Por su parte Lola Cueto, según Xceron, posee la herencia del arte clásico, aunque inspirada en la estética popular mexicana. Describe cómo inició su actividad artística como pintora impresionista en la escuela de arte y dio inicio, en México, a una escuela para niños, enseñando arte popular. Cuando dejó la pintura inició sus tapices con un método descubierto por ella misma. Creó diseños con el estilo antiguo de aztecas y mayas e hizo maravillosos tapices de pinturas tanto de Diego Rivera como de Theodore Rousseau. A juicio del reseñista, Lola Cueto es pintora de tapices con formas geométricas y composiciones originales del arte decorativo. Todo hecho con una máquina de coser. Reconoce que críticos prominentes habían escrito sobre su obra, entre ellos, el reconocido crítico francés André Salmon quien escribió para el catálogo de la exhibición. Menciona que Lola Cueto ya estaba preparando otra exposición en Holanda y poco después en Nueva York.