Roberto Salvador Torres, artista de San Diego, presenta en este ensayo bilingüe las bases teóricas para un proyecto que traza la evolución del cartel de Huelga del sindicato de campesinos United Farm Workers a través de una serie de cuatro dibujos. Según Torres, el proyecto emerge de una sensibilidad chicana bilingüe y bicultural con elementos combinados tanto de la cultura estadounidense como de la mexicana. De esa forma, trata de construir una categoría de arte histórico a partir de una obra cuyo doble objetivo es la justicia social y la libertad de expresión personal. Al interpretar los recursos y la imaginería cultural a través de su muy propia visión, Torres plantea una producción del arte independiente de doctrinas, aunque también mantenga el espíritu de La Raza (o “del pueblo”, y que a menudo se refiere las personas de ascendencia mexicana). Mediante el minucioso examen de los cuatro dibujos de la serie, el artista explica la forma en que cada uno de ellos se inspira del teatro revolucionario chicano y mexicano, además de la manera en que las cualidades formales como el trazo, el contraste y la composición contribuyen a expresar un contenido específico.

Salvador Torres es una de las principales figuras de los comienzos de las historia del arte chicano no sólo por la importancia de su obra, sino también por su activismo; especialmente en San Diego, California. Este ensayo, publicado en De Colores, revista de Albuquerque, Nuevo México, es la versión editada de su tesis (Maestría en Bellas Artes) presentada en la California State University, San Diego, en 1973. Su tesis sirve para dilucidar su enfoque en la producción de obras y sus influencias. A diferencia de la versión completa, este ensayo se centra en la transformación del águila del cartel de Huelga en los dibujos que incorporan la expresión dramática tal y como se manifiesta en los grupos de teatro revolucionarios, ya sea el del Teatro Campesino (EE.UU.) o bien el Mascarones (México). Las interpretaciones textuales de Torres, que en cierta medida recuerdan a las de José Luis Cuevas, son las que impulsan y dan sentido a cada uno de los dibujos muy por encima de las meras fantasías personales o las escenas de una obra de teatro. En su conjunto, los dibujos y el texto ofrecen valiosas perspectivas sobre el arte de Torres y sus bases filosóficas, asentadas en la ideología predominante del Movimiento Chicano durante la década de setenta.